28 enero 2010







Los caminos siempre comienzan en los Sueños.
Soñar es asfaltar la realidad de lo cotidiano
con la brea recalentada en el horno de las pasiones.
Elegir la ruta del amanecer es despertar en el interior de la vida.
Ver amanecer es tener la certeza de no saber adónde ir,
la certeza de creer en la llegada.
Con la luz del sol la realidad se convierte en meta.
Presenciar un amanecer es enriquecer
las cuentas corrientes del espíritu.
Es al alba cuando hago recuento de todos mis bienes;
tantos son que apenas caben en mi mochila,
escondo los restantes entre los huecos de las rocas,
bajo la vigilancia de las flores siemprevivas.


Andrés




4 comentarios:

  1. Cuando uno deja de soñar... malo,malo...
    así que soñemos.
    bellas letras, un placer pasar por tu casa.
    Saludos desde Mallorca

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  2. Gracias Ángel.
    Soñar es un privilegio, como lo es tenerte entre nosotros.
    Nuestra casa, la tuya.
    Un saludo

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  3. La miro, la observo.
    Bella, concreta y a la vez... inasible..., ¿tal vez?

    Me cautivó tu fotografía, Andrés.

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  4. La piel del silencio, es la textura de la mirada.

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